Esto no hace más que crecer y crecer. Ahora tenemos otro compañero más en la oficina. En este caso, uno algo más interactivo que el gato instalador de distribuciones chorras.
Atentos a la cara de felicidad de Hugo, está que se sale el chaval. Ahora programa con una amplia sonrisa en su cara. Así da gusto trabajar.
P.D.: Para los menos geeks, el motivo de la alegría es esa cosa blanca con orejas de la mesa. :P