Tras una charla con un viejo amigo y compañero de profesión (además de técnico de la competencia) me entero de que cada vez tienen más clientes que le vienen con el equipo bajo el brazo pidiendo un «Me quite usted el Service Pack 2, que todo me va peor desde que lo puso».
Lo mejor de todo ha sido cuando le he preguntado si cobraban por hacer eso. La respuesta ha sido afirmativa, acompañada por mi carcajada (y la de mi compañero, del cual no revelaré su identidad por su propia seguridad) que aumento de volumen cuando además me dijo que cobraban nada más y nada menos que 45 euros por quitar el problema en cuestión.
La verdad es que nunca hubiese imaginado que las cosas fuesen tan mal con estos sistemas privativos. La cosa se pone aún más fea cuando te das cuenta que las instalaciones automáticas hacen también sus desastres en los sistemas, incluso en las versiones profesionales, utilizadas (supuestamente) en entornos más críticos o de producción.
Luego se extrañan que el «informático» de turno de una empresa siempre vaya corriendo de un lado para otro, con la mirada perdida en el infinito y murmurando algún tipo de conjuro maligno. Si es que no se puede trabajar con este tipo de productos. Es más, no me explico como la gente se plantea siquiera el comprarlos (Vale, esta frase da mucho de que hablar…).
Por un extraño instinto, cuando voy a comprarme una nevera, la abro y la miro. Cuando voy a comprarme un coche, me gusta pegarle un vistazo al motor, aunque no tengo ni la más mínima idea de mecánica. Cuando compro música, me gusta escuchar antes un poco el disco. Cuando voy a un restaurante y quiero probar un plato nuevo, pregunto de que está hecho. ¿Por que hacer una excepción con el software que instalo en mi equipo?
En serio, sed un poco más felices, utilizad software libre. :)