Como mola el software libre

Esto ocurrió hace ya unos dí­as, pero no podí­a dejar de escribirlo. le comente a mi compañero de curro que lo harí­a y no puedo dejarlo pasar más tiempo.

Ha llegado a la empresa una serie de equpos por un medio de compra no habitual, lo que nos ha impedido elegir (como normalmente hacemos) los modelos de hardware adquiridos por el departamento de informática. El caso es que entre el material nuevo llegó un portátil del tipo «Tablet PC», bastante ligerito, pequeño y atractivo.

El problema de estos equipos es que ya vení­an con sistema operativo instalado. Nosotros hace bastante que no adquirimos equipos con sistema operativo privativo pre-instalado, no obstante, y debido a que todos vení­an con una cosa de esas que llaman «Vista», solicitamos un cambio de licencia por un sistema un poco más decente para el uso empresarial (lo llaman downgrade).

Pues bien, la empresa proveedora de equipos nos informa de que no debemos preocuparnos. Tras la entrega del material se presentarí­a un técnico que nos realizarí­a el famoso «downgrade» de los equipos. Incluido el portátil tipo Tablet PC.

Pues bien, llegó el esperado dí­a y se presentó un técnico con el que hablé yo personalmente. Traí­a una serie de CDs con imágenes preparado para instalar en cada uno de los equipos. Pero en el caso del portátil nos comentó que quizá habrí­a algún problemilla para ponerle «XP», ya que al parecer no tení­a soporte para este sistema operativo. (Mi primera sorpresa).

Aún así­ el hombre se puso a trabajar con el portátil, procuró hacer todo lo posible ocupando todo un dí­a de trabajo en instalarlo y configurarlo. Cuando terminó nos comento que no podí­a hacer nada más. Estaba el equipo sin sonido y sin pantalla táctil, detalle importante en un «Tablet PC».

Resignados, nos despedimos del técnico que no pudo hacer mucho más al respecto. Entonces fué cuando Piffall no pudo resistirse y quiso meterle mano. No paso demasiado tiempo cuando el equipo ya tení­a funcionando la pantalla táctil (aunque sin reconocimiento de escritura).

Es curioso, nosotros que no sabemos mucho de sistemas operativos Hasefroch y resulta que podí­amos solucionar ciertos detalles que un técnico que se dedicaba a eso todos los dí­as daba por imposible tras un dí­a de trabajo. :?

Nada, al final comentamos la posibilidad de meterle software libre al juguetito, tení­a muy buena pinta como para desperdiciarlo con otro software que no fuese libre. Piffall le metió una Kubuntu y a los pocos minutos lo tení­a TODO funcionando perfectamente.

El juguete me gustó tanto que le hice unas cuantas fotos mientras él lo trasteaba.

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El juguete en cuestión ya está en manos de la persona que tení­a que utilizarlo. La verdad es que así­ da gusto. Como mola el software libre.

Y tú, ¿todaví­a no has actualizado tu software a un sistema libre? :P

Buenos y malos profesionales

En un par de dí­as he tenido una serie de experiencias profesionales interesantes, dignas de reflexión.

Por un lado, he tenido la desgracia de contactar con el «responsable de informática» de una de las empresas a las que dábamos soporte hace un tiempo. El responsable en cuestión, que se hizo cargo de una red pequeña, con sólo un par de servidores GNU/Linux y unos pocos servicios para una red de equipos de oficina, al parecer no tiene ni la más remota idea de lo que es un GNU/Linux. Es más, no sabe ni como «entrar» en ellos.

Es triste, pero es así­. Un «profesional» que se hace cargo de algo así­, le entregamos una documentación sobre todo lo que hay montado, servicios, funcionamiento… Y cuando pasan unos meses te enteras que no sabe ni como hacer login en los servidores. Y pensar que nosotros (el equipo informático al que pertenezco) nos preocupamos por hacer las cosas todo lo mejor que podemos. Snif!!!

Pero siempre hay otra cara de la moneda. Ayer, sin ir más lejos, aquí­ el que escribe metió la pata hasta el fondo con un servidor. Hice algo que deberí­a haber pensado unos segundos más antes de hacerlo y dejé sin servicio un servidor entero, lo que significa que mucha gente se quedó sin sus herramientas de trabajo habituales. :P

Mientras solucionaba mi metedura de pata con un plan de contingencia ya establecido para estos casos, tení­a en mente ese servidor, esa consola abierta, esos comandos inoportunos y mi incompetencia. Dos horas más tarde todo habí­a vuelto a la normalidad.

Lo bueno viene que hoy me comenta Xisco Lladó que ayer le abrieron una incidencia referente a ese servidor (inutilizado desde mi metedura de pata) los proveedores del servicio. Se habí­an dado cuenta del problema, tras hacer algunas comprobaciones realizaron la pertinente reparación y además pusieron sobre aviso de «como» se habí­a realizado, indicando que se revisase la seguridad de ese servidor y confirmar que no estaba comprometido.

Estos son buenos profesionales. Un buen servicio y sin duda eficaces. Profesionalmente, de mayor quiero ser como ellos. :P

La reflexión es: ¿Este es el famoso equilibrio mundial del que se habla? ¿Por un profesional ejemplar y competente debe haber siempre en algún lado un completo inutil que compense la balanza? ¿El famoso Ying Yang?