El concierto de Lissy Alvarez es realmente digno de ver. Si tenéis la oportunidad de ir a verla, no la perdáis.
El Auditori d’Alcudia estaba casi completo y a pesar de algunos pequeños errores técnicos de sonido, el resultado final era realmente bueno.
Lissy y su quinteto puso repetidas veces en pie al público, que aplaudimos generosamente (y con ganas) cada una de las intervenciones, llegando a emocionar al violinistra Enrique ílvarez (su padre) en una de las ovaciones.
Enrique fué quien puso la guinda de humor y complicidad con el público al espectáculo. Nos hizo a todos canturrear, «aprender» a seguir el ritmo e incluso tuvo la osadía de subir al escenario a una mujer escogida al azar del público, que todo sea dicho, supo dar la talla bailando con él.
Todos ellos unos músicos de lujo. Consiguieron hacer muy corto el concierto, tanto que todos consultábamos el reloj cuando se despedían, por que nos parecía demasiado poco a pesar de ser de algo más de hora y media.
Sin la menor duda, el dinero mejor invertido de mis últimos meses está en esas entradas. A ver si tengo la suerte de repetir. :)