Hoy nos ha dado por matar el tiempo haciendo galletas en casa. A mi la cocina nunca me ha gustado, en ninguna de sus variantes, así que ha sido toda una experiencia tanto para Neithan como para mi.
La verdad es que mientras estaba peleando (literalmente) contra la masa dichosa, pensaba continuamente que prefiero las galletas compradas, perfectamente envasadas y listas para comer en cualquier momento. Pero reconozco que, tras un ratito de lucha, he podido luego disfrutar de un rato de moldeado y diversión.
La primera hornada ha sido un poco «fea», luego, viendo el resultado, he mejorado en cuanto a cantidad y aspecto. Aunque, evidentemente, nunca llegaré a los niveles de Dulce Elisa. :)
Hasta me he atrevido a hacerle un robot a Neithan. :P
Ahora mismo ya se están enfriando, a ver si esta tarde las disfruto otra vez como las he disfrutado esta mañana. :)
He dejado algunas fotos en Flickr, en el álbum Galletas.
Para ser mi primera vez, no ha quedado tan mal ¿Verdad? :)