He estado un tiempo totalmente desconectado. Pero cuando digo desconectado, me refiero a desconectado del mundo.
Incluso me he pasado unos cuantos días sin teléfonos, ya que, como todo el mundo sabe, los teléfonos tienen voluntad propia. Ellos quisieron desprenderse de mi, separarse de mi compañía, eligiendo quedarse perdidos durante un tiempo en un lugar que no pronunciaré en esta lengua.
Al recuperarlos, me sorprendio ver que uno de ellos seguía con batería y me mostraba, desafiante, una cantidad de llamadas perdidas que asustaría a cualquier «call center». He decidido no contestar a ninguna, por el bien de la herencia de Neithan. :P
Ahora estoy, como diría un buen geek, reiniciando servicios. Uno de los que más tiempo me ha llevado poner en marcha ha sido el correo electrónico. Me he tirado horas contestando mails, leyendo y descartando.
También tenía algún proyecto de trabajo personal en marcha que he tenido que retomar y todavía me quedan un par pendientes que apenas he tocado. :(
La cámara de fotos lleva colgada en su mochila desde hace más de 15 días, creo que con más de 100 fotos pendientes de subir a Flickr.
Miedo me da pensar en abrir mi lector de RSS para ponerme al día de lo que pasa por el mundo. Apuff…