Concierto de Joaquí­n Sabina

Sabina Alivio de lutoNo me esperaba que estuviese «tan joven y tan viejo», dando la talla con su voz rota. Mucho menos me esperaba que «el flaco» andase en una época tan romanticón.

Me toco la fibra en más de una ocasión, emocionandome más de la cuenta. Y teniendo en cuenta que ya llevo bastantes conciertos del Martinez y compañí­a a mis espaldas, no me esperaba más de la tí­pica piel de gallina de concierto en directo.

A sus cincuenta y muchos, ya no está para saltos y bailoteos de escenario. Supongo que los excesos acaban pasando factura tarde o temprano. Pero cumple con un concierto llevado desde un taburete y su vaso de, lo que supongo, whisky con hielo.

A pesar de que me toco tener alrededor una panda de mal educados (lo malo de tener asientos numerados es que no puedes cambiarte de sitio si te ocurre esto), la velada y mi acompañante han superado de mucho mis espectativas. Realmente mereció la pena ir al concierto.

Después del concierto, al dejar a mi acompañante en su destino, he disfrutado y reido todo lo que me hací­a falta para volver a cierta serenidad mental, tomando unas copas en las barras más concurridas de la zona.

Ultimamente me estoy haciendo demasiado asiduo a las noches de fiesta, al final me veo perdiendo la apuesta.

Cambiando de aires

Tengo un compañero de trabajo que ha tenido un accidente y no puede venir a trabajar (a pesar de que el muy burro quiere venir). Así­ que, mientras nosotros le deseamos que se mejore y disfrute en lo posible de sus «vacaciones forzadas» yo estoy haciendo lo posible por que las cosas más urgentes que él tení­a en la agenda se cumplan.

Ya ni me acordaba de los colores de un XP arrancando, ni de los tí­picos problemas que dan, ni toooodas las historias que conlleva trabajar con ellos. Me he dado cuenta de lo rápido que se acostumbra uno a no tener problemas con el software y dedicarse, única y exclusivamente, a la producción.

Bueno, para colmo hoy mi compañera está algo indispuesta, así­ que no puedo pasarle mis marrones a ella. Cachiss! ;)

Bueno, a mejoraros los dos mientras yo «disfruto» del trabajo. (Mamones) :P

Más sugus

Más sugus
Esta vez la foto está tomada en mi tiempo libre, no como las otras dos (Una mano y otra mano).

La pena es que la cafeterí­a en la que estábamos no tení­a precisamente una buena iluminación, como se puede apreciar. Y para colmo, la PDA en estos casos no se comporta nada bien haciendo capturas.

Pero bueno, muy en contra de lo que dice la dueña, opino que son unas manos preciosas. :) ¿Que opinais?

Charlas interesantes

La otra noche mantuve una charla tan intersante como corta con una mujer (habí­a más personas, pero se limitaron a escuchar). Hoy, en mis sanas costumbres de desayunar en un bar con un libro, me he encontrado con esta cita, que me hubiese gustado tener a mano aquella noche.

Defender los derechos humanos universales supone admitir que los hombres nos reconocemos derechos iguales entre nosotros, a pesar de las diferencias entre los grupos a los que pertenecemos: supone admitir, por tanto, que es más importante ser individuo humano que pertenecer a tal o cual raza, nación o cultura.

Fernando Sabater «Polí­tica para Amador».

Charo, a ver si pronto podemos tener otra igual de entretenida pero más larga. :)