Trabajando duro en la oficina

Hoy he conseguido tener una de las cosas que hace que me sienta cómodo en mi mesa de trabajo, un segundo monitor. Para no perder la costumbre, le he tirado una foto ahora que está cogiendo forma.

Mi mesa de trabajo en la oficina

La verdad es que me queda trabajo por delante para ir adaptando mis gustos a la mesa, mezclando anteriores tendencias:

El poco tiempo que llevo en el nuevo trabajo, reconozco que lo estoy pasando muy bien, por que no hay nada como tener buenos recursos en el trabajo, disponer de apoyo logístico y moral en el proyecto, tener a personas importantes (en la pantalla) presentes, estar con gente que se siente cómoda en su puesto y dispuestos a celebrar sus éxitos contigo.

Si a todo esto añadimos las alertas de Nagios a las cosas importantes, el placer de trabajar aumenta más todavía.

Pero lo mejor del lugar donde trabajo es la gente con la que me rodeo, de las que tengo mucho, mucho, mucho que aprender. Así que, mientras me dejen, pienso seguir divirtiéndome con ellos cada día un poco más. :)

Disparador remoto salvavidas

Disparador remoto salvavidas

Así ha quedado el disparador remoto tras caer junto con la Canon 5DMKII al suelo desde el trípode en una sesión de fotos improvisada en casa, jugando con mi hijo a saltar y hacernos una foto en el aire.

Para mi ha sido todo como en muy cámara lenta, Neithan ha golpeado el trípode al caer de su salto, el trípode se ha tambaleado y el peso de la cámara junto con la maldita gravedad, se han encargado del resto.

Al final, un económico y simple disparador remoto de flash ha salvado el cuerpo de la cámara de llevarse un buen batacazo. La cámara está en perfecto estado. Yo todavía tengo la sonrisa tonta en el cuerpo. :P