Hoy ha sido un domingo de los que merece la pena quedarse en casa. Así que, para luchar contra el aburrimiento, hemos decidido montarnos nuestro propio cohete espacial.
Al principio Neithan ha empezado a montarlo, pegarlo y pintarlo él mismo.
Pero al rato, cuando el cohete ya tenía forma y las ganas de jugar con él apretaban, ha decidido que fuese yo quién fuese pintando los colores que él me indicaba, para terminar antes y poder jugar enseguida con él. :)
Desde que lo hemos terminado, el dichoso cohete apenas ha tocado tierra, no hace más que volar y volar, de una historia a otra en su imaginación.
Y yo, mientras embobado disfruto viendo como juega, he colgado un set de fotografías en mi cuenta de Flickr al que he llamado Cohete Espacial.
¿A que mola ser un «niño grande»? ;)