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Cuando decidí irme a trabajar como administrador de sistemas a una gran empresa, no sabía muy bien que me esperaba, lo que sí que tenía muy claro es que sería una experiencia muy interesante a la que sacarle mucho jugo.

Así ha sido, he disfrutado trabajando con grandes personas, he profundizado en mis conocimientos de administración de GNU/Linux, arquitectura, comunicaciones y me he familiarizado con mucho software «privativo» (en muchos aspectos, no sólo el económico).

No obstante, en los últimos meses no he parado de plantearme dejar la empresa, ya que había llegado a un punto en que la empresa poco podía aportarme (más que euros) y yo me encontraba con un muro cada vez que quería aportar algo más a la empresa. Una pena que los temas «políticos» de jefes, medallas y verdades maquilladas enturbie el trabajo de gente muy buena que intenta hacer lo mejor que le dejan las cosas.

Por lo tanto y tras agotar todos los cartuchos, decidí abandonar la empresa. Algo que tengo que reconocer que me ha sentado realmente bien. He vuelto a tener esas ganas de hacer cosas, de investigar, de ver un poco más allá. ¡Si hasta he vuelto a programar por puro placer!.

Además, he tenido la suerte de, sin apenas comentarlo con nadie, recibir varias ofertas de trabajo muy interesantes de las cuales ya he cerrado el trato con una que me apetece mucho. Me apetece de nuevo volver a volcarme en el mundo del software libre, que aunque nunca quise abandonar, reconozco que he ido dejando un poco de lado estos años. Me apetece volver a coger nuevos proyectos con ganas, desde el principio, explotando todo el potencial que sea capaz de sacar de las herramientas de las que dispongo y convertirlo de una simple idea en algo productivo, eficiente e incluso rentable. :)

De modo que ya me estoy poniendo el «chip» de productividad y eficiencia de nuevo, mientras voy dejando que mi cerebro vaya recordando de estos últimos años sólo las cosas que merece la pena recordar. Las personas, los proyectos realizados, los errores que nunca volveré a cometer, las risas y los cafés.

De nuevo un cambio de ciclo en mi vida profesional. En los últimos años en el sector informático (y no son pocos), cada cambio de ciclo me ha aportado mucho, muchísimo, mejorando mis conocimientos y mi forma de afrontar (o generar) el trabajo de una forma cada vez mejor. Así que espero que este nuevo ciclo sea más de lo mismo, mejorar un poco más en todas las áreas que pueda.

Algunas de las fotos de esos buenos momentos las dejo en este set de fotos de mi cuenta de Flickr.

Ya tengo ganas de empezar el primer día de mi nuevo ciclo. Me llevo puesto los buenos ratos con la gente con la que he trabajado. ¿Se acordarán ellos de mi? ;)