Ha llegado Halloween a la oficina, nos han aparecido fantasmitas, murciélagos y calabazas por todos lados. ¿Podremos trabajar tranquilos?
Esta semana hemos acordado varias cosas. Trabajaremos todos en penumbra, la puerta de la entrada chirriará cada vez que se abra y bajo ningún concepto, ninguno de nosotros irá sólo al baño…
Esto de trabajar en Habitissimo tiene muchos riesgos… :P
Esto no hace más que crecer y crecer. Ahora tenemos otro compañero más en la oficina. En este caso, uno algo más interactivo que el gato instalador de distribuciones chorras.
Atentos a la cara de felicidad de Hugo, está que se sale el chaval. Ahora programa con una amplia sonrisa en su cara. Así da gusto trabajar.
P.D.: Para los menos geeks, el motivo de la alegría es esa cosa blanca con orejas de la mesa. :P
Vaya, hoy he vuelto a recordar cuando estaba continuamente jugando en la oficina con sugus. Y es que Hugo, en un derroche de generosidad, nos ha invitado a sugus a los compañeros de la oficina por su cumpleaños.
No he podido resistirme a tomar una captura de mi escritorio con el regalito. Gracias Hugo. ;)
Desde hace ya algun tiempo he dejado un poco apartado este weblog, abandonando la sana costumbre de contar momentos de mi vida de todo tipo. Algunos de esos momentos han sido los que me han llevado a donde estoy hoy, a lo que soy hoy.
Momentos muy personales como cuando mi mujer me dijo, sí, o cuando nos quedamos embarazados, cuando escogimos el nombre de nuestro hijo Neithan o cuando Neithan vino al mundo.
Momentos profesionales muy variopintos, como cuando una empresa intentó hacernos la vida imposible, cuando todo el mundo hablaba de crisis menos los que estábamos en el sector informático o las risas del momento de descubrir como un luser trabajaba sin red.
Momentos frikis como cuando programé una máquina enigma, cuando me reía con mi mujer, en la cama, leyendo código o cuando he contado momentos divertidos del trabajo en conferencias de software libre.
Haciendo un poco de recuento, me doy cuenta que los momentos mas importantes siempre han sido los que me han proporcionado otras personas. Y me encanta recordar esos momentos de vez en cuando, recordar a esas personas y volver a sonreir.
Tengo que escribir más en este blog, que últimamente sólo cuelgo fotos. ¿O prefieres que en vez de dar el coñazo contando tonterías ponga sólo imágenes capturadas con mi cámara? :)
Hace poco he trabajado con unos viejos amigos en la configuración de un sistema de instalaciones desatendidas de Ubuntu, junto con un test de hardware para comprobar los equipos antes de ser entregados a los clientes.
El nuevo sistema montado, sustituye a un viejo servidor de instalaciones por red (una Debian que también monté yo y un amigo Bulmero hace ya años), con el que se preparaban las ISOs a instalar previamente y se realizaban también test de hardware antes de entregar al cliente.
Lo bueno de estas cosas es que las haces una vez y el cliente no te vuelve a llamar (para este tema), por que la cosa funciona, no les da problemas y además, si los tienen, saben como solucionarlos directamente. Maravillas del Software Libre. :)
La foto en cuestión la hice allí mismo, en el taller, mientras instalaba y probaba el sistema.